Nuestras hormonas juegan un papel básico en la vida de una mujer. Desde la menstruación, nuestra etapa fértil, hasta la menopausia, nos vemos afectadas. Si sientes que algo no marcha bien, pregúntanos.
Cada vez son más las patologías que nos afectan por no tener un Sistema Inmune bien regulado, y la alimentación está siendo un factor determinante en este suceso. Puedes mejorar tus síntomas cambiando tu estilo de vida.
La nutrición antiinflamatoria se enfoca en reducir la inflamación en el cuerpo mediante la alimentación. La inflamación crónica de bajo grado se relaciona con una variedad de enfermedades, incluyendo enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad.
La piel es la primera barrera de protección de nuestro organismo, y uno de los principales órganos que sufre por los tóxicos y hábitos que mantenemos. Es capaz de mostrar cómo nos encontramos por dentro. Por eso, el cambio de tu alimentación puede mejorar la apariencia y síntomas que nos sirven de alerta. Descamaciones, celulitis, pérdida de luz, deshidratación... son algunas de las problemáticas que se pueden mejorar.